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San Claudio La Colombière -Serie Santos del Sagrado Corazón

Updated: Apr 3

Continuamos nuestra serie en preparación al gran jubileo del Sagrado Corazón de Jesús aprendiendo de nuestro amigo San Claudio la Colombiere. Gracias a su apertura a la voluntad de Dios, ayudó a Santa Margarita Maria Alacoque a que escribiera el mensaje que nuestro Señor Jesucristo le hiciera.


Oh Santísimo Corazón de Jesús, fuente de toda bendición, te adoro, te amo y con vivo dolor por mis pecados te ofrezco este pobre corazón mío. Hazme humilde, paciente, puro y totalmente obediente a tu voluntad. Concédeme, buen Jesús, vivir en ti y para ti.

Protégeme en medio del peligro. Consuélame en mis aflicciones. Dame salud del cuerpo, asistencia en mis necesidades temporales, tu bendición en todo lo que hago y la gracia de una santa muerte. Amén.


San Claudio de la Colombière nació el 2 de febrero de 1641 en St. Symphorien, Delfinado en Francia.  Estudió la Retórica y la Filosofía en Lyones.  A los 17 años entró en el Noviciado de la Compañía de Jesús de Aviñón. En 1660 pasó del Noviciado al Colegio, en la misma ciudad, para concluir los estudios de Filosofía y pronunciar los primeros votos religiosos. Al terminar el curso fue nombrado profesor de Gramática y Literatura, función que desempeñó durante cinco años en dicho Colegio.


La predicación de La Colombière se distinguió siempre por su solidez y hondura; no se perdía en vaguedades sino que habilmente se dirigía al auditorio concreto y, con tan vigorosa inspiración evangélica, que infundía en todos serenidad y confianza en Dios. Las ediciones de sus sermones produjeron -y siguen produciendo hoy- abundantes frutos espirituales; porque, teniendo en cuenta el lugar y la duración de su ministerio, resultan menos envejecidos que los de otros oradores de mayor fama.


El 2 de febrero de 1675 hizo la Profesión solemne y fue nombrado Rector del Colegio de Paray-le-Monial. No faltó quien se sorprendiera de que un hombre tan eminente fuera destinado a una ciudad tan recóndita como Paray. La explicación se halla en el hecho de que los Superiores sabían que aquí, en el Monasterio de la Visitación, vivía en angustiosa incertidumbre una humilde religiosa, Margarita María Alacoque, a la que el Señor estaba revelando los tesoros de su Corazón; y esperaba que el mismo Señor cumpliese su promesa de enviarle un "siervo fiel y amigo perfecto suyo" que le ayudaría a cumplir la misión a que la tenía destinada: manifestar al mundo las insondables riquezas de su amor.


"siervo fiel y amigo perfecto suyo" que le ayudaría a cumplir la misión a que la tenía destinada:

Una vez en su nuevo destino y mantenidos los primeros encuentros con Margarita María, ésta le abrió enteramente su espíritu y, por tanto, también las comunicaciones que ella creía recibir del Señor. El Padre dio su aprobación plena y le sugirió que pusiera por escrito lo que ocurría en su alma, a la vez que la orientaba y sostenía en el cumplimiento de la misión recibida. Él le aseguró que eran auténticas las revelaciones divinas y no visiones imaginarias, como le decían sus hermanas y los sacerdotes de la ciudad. Le mandó que escribiera las revelaciones y ambos fueron los primeros en consagrarse al Corazón de Jesús.  


Toda su vida fue centrada en el Corazón de Jesú, gracias a la luz divina que recibía en la oración y el discernimiento, estuvo seguro de que Cristo deseaba el culto de su Corazón, se entregó a él sin reservas, como atestiguan su dedicación y sus apuntes espirituales. En éstos aparece claro que, ya antes de las confidencias de Margarita María Alacoque y siguiendo las directrices de San Ignacio, Claudio había llegado a la contemplación del Corazón de Cristo como símbolo de su mismo amor.


Durante su estancia en Londres, como capellán de la duquesa de York, extendió la devoción al Corazón de Jesús y por ello es considerado el primer apóstol de esta devoción en Inglaterra. Por medio de cartas y charlas también difundió esta devoción en diferentes conventos de Francia. Esta devoción en la que se manifiesta el amor y cariño de Jesús a todos los hombres y su deseo de que lo reciban en la comunión, especialmente los primeros viernes, pidiendo la institución de una fiesta a su Sagrado Corazón, fue un gran antídoto contra las herejías jansenistas, que se habían difundido en Francia y en otros países. 


Jansenio y sus seguidores consideraban a Dios como un ser lejano y distante, poco amigo de sentimentalismos y expresiones de afecto. No promovían la comunión frecuente ni la confianza en su misericordia. Y veían a Dios más como justiciero que como padre cariñoso y misericordioso. 


Y, si bien entre grandes peligros, gozó del consuelo de ver volver a muchos, hasta el punto de que al cabo de un año decía: "Podría escribir todo un libro sobre las misericordias de que he sido testigo desde que estoy aquí".  Esta intensidad de trabajo y el clima minaron su salud y comenzaron a manifestarse los primeros síntomas de una afección pulmonar. Pero el P. Claudio prosiguió con su mismo plan de vida.  A finales de 1678 fue arrestado de repente, bajo la acusación calumniosa de conspiración papista.  A los dos días se le trasladó a la horrenda cárcel de King's Bench y allí permaneció tres semanas sometido a graves privaciones, hasta que se le expulsó de Inglaterra por Decreto real.  A su vuelta a Francia, habiéndose agravado notablemente su  salud, se le envió de nuevo a Paray. El 15 de febrero de 1682, primer Domingo de Cuaresma, al atardecer le sobrevino una fuerte hemoptisis que puso fin a su vida.


Hoy en que nos parece normal la devoción al Corazón de Jesús, debemos agradecer a santa Margarita María de Alacoque y a san Claudio el habernos entregado de parte de Dios estas revelaciones y ser los fundamentos de esta devoción. En una visión, Jesús unió a ambos santos, como hermano y hermana, y también quiso unir a ambas Congregaciones:Jesuitas y Salesas, en la gran misión de extender esta devoción por el mundo entero. 


Que el amor del Corazón de Jesús llene nuestro espíritu y seamos santos misioneros de esta devoción entre cuantos nos rodean. 



Nacio: 2 de febrero de 164

Fallecido 15 de Febrero de 1682

Fiesta 15 de Febrero

Patrono: Patrono de fabricantes de juguetes y torneros.







Pintura:


Toda su vida fue centrada en el Corazón de Jesús, gracias a la luz divina que recibía en la oración y el discernimiento, estuvo seguro de que Cristo deseaba el culto de su Corazón,

OFRECIMIENTO AL CORAZÓN DE JESUCRISTO

Sagrado Corazón de Jesús, enséñame a olvidarme enteramente de mi, ya que éste es el único camino para entrar en Ti. Y puesto que cuanto haré en adelante será tuyo, haz que no realice nunca nada que no sea digno de Ti. San Claudio de la Colombiere



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